Debo

Hace años seguía el blog de una Ama profesional de Valencia. Se llamaba Ama Marta, era joven, muy guapa, con un tipazo que quitaba el hipo. Tenía un estilo de dominación que no iba mucho conmigo, en plan “gusanos miserables, alimañas apestosas”... pero me gustaba mucho cómo escribía. Además de hacerlo bien y entretenido, tenía un puntito de guasa y una ironía fina que me encantaba.

En uno de sus posts relataba su relación con un sumiso gordito al que ella había bautizado como Fatty. Empezaba explicando que “fatty”, que significa gordita, se utiliza también para denominar a esas personas rolleras, liantas y que te enredan sin darte cuenta para salirse con la suya pero con gracia. Y así era su Fatty, un travesti super gracioso que la había embaucado para servirla y hacerle de chacha con descuento. Había un par de historias con Fatty que te meabas de la risa, las fotos tampoco estaban mal, porque transmitían que estaban las dos pasándolo bien. Fatty con su corset rosa y bandeja de plata sirviendo una copa a una Ama Marta repantingada en un sofá, entre otras.

Ama Marta cerró su web hace tiempo, y nunca más se supo.

El caso es que hará un par de años contacté en Fetlife con una tal Deborah que se ofrecía para ser mi sissy, más que sissy ella se definía como chacha, porque era más sencilla. Ella era la chica del pueblo que había venido a servir. Intercambiamos algunos mensajes y creí reconocer en su foto de perfil el corset rosa de Fatty.

Cuando le pregunté se puso como loca a contarme la extraordinaria Ama y magnífica persona que era Ama Marta y cogimos bastante bola. La verdad es que me daba un poco de morbo tener en mi perrera a la chacha de aquel blog que yo admiraba años atrás y empezamos a hablar de ello.

Fatty (ahora Debo) no era para nada mi tipo y encima yo estaba en esa fase en la que lo único que quería eran esclavos sexuales que me comieran mucho el coño, sin complicaciones. Pero Debo estaba obsesionada con limpiarme la casa de arriba a abajo, con “robarme” braguitas y que yo la riñera  y sobretodo con ponerse medias, tacones y ropa interior sexy mientras mariposeaba por ahí. Al poco tiempo le dije que su rollo no me interesaba y que debía buscar otro tipo de Señora, pero Debo no paraba. Me hablaba de sus dudas sobre comidas de coños y demás, que lo hacía muy bien pero que era muy aprensiva. Tenía pánico a pillar algo y yo tenía que ayudarla a superarlo. Porque claro, yo no tengo nada mejor que hacer. Me decía que lo pasaríamos pipa yendo de compras, tomando cafelitos y blablabla y blablabla y blablabla. 

Parloteando todo el puto rato sin hacer caso de lo que yo le decía. Pero, como decía Ama Marta, era una embaucadora profesional, tenía tanta gracia que, sin darme cuenta, ya me había liado y me tenía toda la mañana de chachara, riéndome y negociando condiciones.

Lianta y pesada hasta decir basta. Al final opté por no contestar sus tonterías, pero no se rendía.

“Si va a ir hoy al fútbol me pongo guapa por dentro para ir a verla”

“Come en casa normalmente? Sería una opción ir a servirle la comida y fregarle después la cocina”

“No sé cómo venderme mejor... incluyo limpieza exterior e interior del coche?”

“Bricolage casero?”

“Estoy abierta a multiples posibilidades”

Al cabo de 3 horas...

“Ha visto?, toda la tarde sin molestarla. Aunque confieso que me había quedado sin batería :)”

Blablablablabla...

Al día siguiente:

“Bon día Señora, hoy la molestaré menos”

“He pensado que cuando tenga cosas largas que escribir... se lo enviaré por mail, así lo ve cuando entre y ya está..” (Esto lo pensó ella sola)

“Un café juntas? Sin follones, solo charlar un rato...”

Al final, con todo el dolor de mi corazón, la tuve que bloquear.

Desde entonces, y va ya para un año, no ha dejado de escribirme regularmente. Comentando mis escritos (no sé por qué no lo hace en el blog), ofreciéndose como siempre o contándome su vida. Si algo tengo que reconocerle, es que es insistente y constante.

Yo no le contesto nunca, porque Debo es como la nicotina. Llevas años sin fumar y un día, te tomas una copa, y de repente tienes el cigarro en la boca y te enganchas hasta las trancas. Yo con Debo hablo dos minutos y en cuanto me descuido la tengo hasta en la sopa, como esas amigas íntimas que practicamente viven en tu casa y no hay quien se las quite de encima.

Por eso, cuando me di cuenta de que se había pedido “café y charla con la autora” en el crowdfunding de “Diario de una cazadora” comencé a reir y le mandé un correo.

Asunto: puta

Cuerpo: Qué puta eres! Al final te sales con la tuya XD. Besos. A.B

Ella está como unas castañuelas, proponiendo fechas y eligiendo modelito. Ya le he dicho que hay que esperar a que termine la campaña porque, en teoría, la cita es para entregarle y dedicarle el libro.

Y yo, la verdad, estoy deseando conocerla y pasar una tarde de chicas con ella.

Os presento a Debo. 

De una cosa estoy segura, aburrirme, no me voy a aburrir.