miércoles, noviembre 22, 2017

Grandes Amas: María Magdalena

La más famosa de las Putas redimidas ni era puta ni se arrepintió de nada.
Un "inocente" error en la interpretación de las escrituras la relegaron durante siglos a culpable y penitente. Una simple mujer a la que Jesús perdonó sus pecados y que se sometió a él, acompañándole desde ese momento como la más fiel de sus seguidoras.
A sabiendas o por ignorancia se confundió a Maria Magadalena con la pecadora anónima que lavó los pies a Jesús con perfume y los secó con sus cabellos entre lágrimas de gratitud. Y se usó está malinterpretación para ilustrar el perdón de los pecados y restarle importancia a un personaje inquietante y a la vez molesto para la iglesia católica.
Porque María siempre ha molestado. Aunque la iglesia eligió como verdaderos los evangelios que más se adaptaban a sus propósitos de jerarquía y supremacía masculina (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) y ordenó destruir el resto, no se ha podido evitar que María Magdalena aparezca nombrada 17 veces más en ellos que la propia virgen María, la madre de Dios, la madre que lo parió.
Qué hizo esta mujer para que después de 20 siglos, a pesar de haber intentado denigrar sus orígenes y a pesar de haber nacido en una época en la que las mujeres no tenían derechos ni credibilidad alguna, su nombre sea recordado y venerado?
Hay muchas teorías sobre la relación entre Jesús y María Magdalena, ultimamente está de moda decir que fueron pareja de hecho e incluso que tuvieron descendencia, que ella no era una puta arrepentida y sometida a un hombre bueno y bondadoso, sino que fue una mujer ilustrada, independiente, probablemente una sacerdotisa gnóstica con la que Jesús hablaba de tú a tú y con la que compartía enseñanzas. Que se retroalimentaban  mutuamente de conocimientos espirituales. Porque Jesús tenía doce apóstoles que eran unas bellísimas personas pero que no dejaban de ser medio analfabetos, pescadores y gente de campo cuyo vocabulario e incultura hacía que Jesús les tuviera que explicar sus enseñanzas con parábolas.
En 1945 se encontraron en Egipto unos evangelios apócrifos escondidos en una ánfora de barro. Se trata de 52 documentos en 13 pergaminos que se ordenó fueran destruidos y que como en una cápsula del tiempo fueron enterrados probablemente por los monjes de San Pacomio. Tenían la esperanza de que alguien los encontrara en un futuro y no se perdieran para siempre. En ellos se retrata a María Magdalena como un discípulo especial para Jesús, al que Pedro tiene celos, alguien muy cercano al Mesías a quien confía sus enseñanzas más profundas.
Una mujer que practicaba el gnosticismo, una corriente filosófica/religiosa que en los tres primeros siglos de nuestra era se mimetizaba con el cristianismo y que posteriormente se separó del mismo. En el gnosticismo la salvación no viene a través de la fe ni el perdón de los pecados, la salvación viene a través del conocimiento (autoconocimiento), busca a Dios en el interior y todo el mal viene de la ignorancia. Tampoco establecían jerarquías, al considerar que todo ser tenía una parte espiritual y divina en su interior, con la que se podía contactar a través del conocimiento. Esto no interesaba mucho, un pueblo ignorante y temeroso es mucho más manipulable que un pueblo ansioso de saber y de paz interior. Los evangelios apócrifos son gnósticos y en ellos María Magdalena no es una discípula cualquiera de Jesús.
En los evangelios salvados de la quema, María era alguien a quien Jesús amaba, su compañera, alguien a quien "besaba en la boca", una mujer a la que el hijo de Dios adoraba. La elegida por Jesús para trasmitir su palabra.
La Puta de Dios, no una puta arrepentida. Una igual, igual de iluminada y enamorada.
En aquella época, y volviendo a la versión oficial, Jesucristo era acompañado siempre por un grupo de mujeres que se encargaban de alimentarle y darle cobijo. Los grandes hombres nunca prosperan por sí solos, siempre hay alguien velando por ellos, alguien que les cubre las necesidades básicas, y éstas suelen ser especialmente mujeres. Porque nuestro instinto de protección y de supervivencia hace que los grandes hombres puedan dedicarse a grandes empresas sin morir de inanición o consumidos por la mierda. La supervivencia de la especie depende de nuestro pragmatismo, somos conocedoras de que los problemas son inevitables, las revoluciones necesarias, las guerras irremediables, pero que hay que comer. Que nos puede invadir la pereza, la rabia o la ilusión por las grandes hazañas, pero que se deja todo a un lado cuando hay que acunar un bebé o curar una pupa.
María Magdalena fue una de esas mujeres, la más cercana a Jesús.
Se dice que se sabe cuando ha ocurrido una gran catástrofe porque los hombres lloran y las mujeres dejan de hacerlo. Por eso cuando llevaron a crucificar a Jesús y mientras sus apóstoles estaban huyendo, negando o traicionando, sintiéndose huérfanos y descabezados, quién estaba al pie de la cruz acompañándole en su agonía? María Magdalena.
Mientras los días posteriores sus seguidores, descorazonados, discutían sobre qué hacer con sus vidas, quién se acercó al sepulcro a ungir el cadáver? Ella.
Y a quién se le apareció Cristo resucitado y envió como mensajera, convirtiéndola en "apóstol de los apóstoles" ? En una época en la que las mujeres ni siquiera eran aceptadas como testigos en un juicio, a quién eligió? A María de Magdala.

Parece ser que el Rey de reyes tenía claro quien era su Puta Reina.




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3 comentarios:

  1. Comparto con placer y a pelo jajajjaja besitos querida

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    1. Como debe ser, siempre por placer y si puede ser a pelo ;). Besos linda.

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  2. Hoy estaba releyendo su blog y he visto esta entrada...
    Me ha encantado leerla...muchísimo.

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