lunes, febrero 06, 2017

Probando a Chico

- Pero.. Te gusta mi polla?
La ansiedad de Chico iba en aumento conforme se acercaba el día.
Las fotos borrosas y de mala calidad que me enviaba no me decían nada. Además eran fotos.
- No lo sé. Tengo que verla y tocarla.
Fue interesante ver cómo en esos días que precedían el encuentro mi actitud indiferente e imperativa en lugar de hacerle mandarme a la mierda le fue sumiendo, sin traumas ni más explicaciones en el papel que yo buscaba. Unos valen, unos tienen esa predisposición, unos son... y otros no. Desde luego Chico tenía posibilidades.
Sin darle instrucciones ni corresponder a su educación y cordialidad empezó a comportarse como un sumiso.
Buenos días, buenas noches, que tal, aquí estoy para lo que quieras, eres guapísima, aquí estoy...
Mi respuesta siempre breve y cortante.
- El jueves comprobaré tu polla. A las 2.
Llegó el día señalado. A las 11 de la mañana ya tuve un aviso. Se había cogido el día libre para poder acudir a la cita por lo que ya estaba disponible.
En ese momento me invadió una pereza terrible. El caldo de cultivo en el que había nadado mi líbido esos días se había enfriado. Lo que debía ser un deseo irrefrenable de someter y follarme a Chico, se había convertido a lo largo de esos días en una vulgar cita a la que me sentía, formalmente y por educación, obligada a asistir.
Aún así le pedí consejo a mi esclavo más amado.
- Qué hago?
- Tú eres el Ama. Tienes ganas?
Las ganas... Las ganas son el detonante de las situaciones esperpénticas en las que nos metemos, las ganas mueven el mundo. Y cuando la pereza las supera todo carece de sentido.
Y es que las cosas tiene su tempo. Y con Chico las palabras por wasap no alimentaban el deseo. Él era instinto animal, él era mis ganas de coger a un joven despistado, que no sabía dónde se metía y hacerle caer en una trampa para beberme su inocencia. Él era el aquí te pillo aquí te mato. O nada.
Un pequeño sentimiento de culpa me invadió cuando le dije que no iba a acudir. Pero en cuanto se revolvió, esa culpa se transformó en prepotencia, y cargada de ella retomé el control de la situación.
- He pedido el día libre para verte... Y ahora qué? Si no te apetece dímelo y lo dejamos. No pasa nada...
- Pues lo dejamos. Adiós.
El recule fue inmediato y con él volvieron mis ganas de someterle y martirizarle a corridas.
Qué complicado es tener un coño unido a un cerebro retorcido. Y más cuando no sabes si son las hormonas las que te nublan la mente o es tu mente enferma la que ordena segregarlas.
En cualquier caso Chico aceptó la situación y yo acepté mi idiosincrasia personal. Sería cómo y cuándo yo quisiera o no sería.
Cuándo? En cualquier momento y prácticamente sin avisar.
Cómo? Brutalmente vulgar, de película porno barata, argumento irreal, escenario cutre y actores con más ganas que dotes artísticas.
- Cuándo, cuándo, cuándo... Quedamos y te invito a tomar algo.- Sus intentos eran de lo más tradicionales.
- No voy a tomar nada contigo.
- Hablamos.
- Yo no hablo, sólo follo.
- Cuándo, cuándo, cuándo....
Su desesperación iba en aumento, mi satisfacción también.
Al final fue el azar el que decidió el momento y el escenario.
Lo vi de nuevo en el supermercado y se acercó. Antes de que pudiera hablarme le marqué su sitio en vivo. No quería dudas ni sorpresas.
- Te quiero para follar y para que hagas lo que a mí me dé la gana. Ves ese de ahí? Ese es mi marido y lo primero que quiero que hagas es que me folles con él, los dos a la vez, los dos para mí. Si te interesa síguenos al parking, veré tu polla y te diré si me sirves.
Me separé y seguí mi camino, tenía que dejarle el tiempo suficiente para asimilar la oferta y exigirle la urgencia justa para que sus tabús no castraran su deseo.
Me lo crucé un par de veces más antes de salir hacia el coche. Mi indiferencia fue absoluta. Él tenía que tomar una decisión y no le iba a incitar con sonrisas o gestos provocativos. Sin trampas Chico, lo tomas o lo dejas.
Ya estábamos terminando de cargar el coche cuando comencé a impacientarme. Quizás había forzado demasiado sus límites, jugar duro puede romper la baraja antes de empezar el juego. Pero justo cuando cerraba el maletero le vi salir y dirigirse a nosotros.
Siguiendo el papel que había decidido adoptar con éste nuevo perro me limité a ordenar, seria, sin saludos, sin cortesía ni presentaciones.
- Sube detrás.
Y Chico subió.
Mi esclavo más amado arrancó el coche y desde el asiento del copiloto le dije que se sacara la polla y empezara a pajearse.
Estaba más cortado que excitado e iba lento y torpe en su tarea. Un botón... una cremallera... una mano que bajaba tímidamente..
Cuando nos apartamos un poco de la multitud de compradores compulsivos y con cierta complicación debido a mi falda de tubo, pasé al asiento de atrás para obligarle  a reaccionar.
- Déjame verte.
Bruscamente abrí el pantalón, bajé su inmaculado calzoncillo hasta el límite que me permitía su postura y con la mano derecha saqué de su prisión la polla y los huevos cuya textura, dureza y tamaño quería valorar.
Chico era un objeto para darme placer, sólo me interesaba su potencial para satisfacerme y no hay nada que me satisfaga más que un hombre ardiendo en deseos de follarme y totalmente manipulable por ésta razón.
Su polla y huevos aprisionados desde abajo por la goma de su calzoncillo empezaron a endurerecerse al contacto con mi mano. Mientras ésta subía y bajaba a lo largo de la verga, él parecía más preocupado por miradas indiscretas y giraba su cabeza de derecha a izquierda buscándolas. Sin embargo su polla respondía creciendo y sus cojones bien subidos me decían que a pesar de los nervios, Chico podía con la presión. Cuando mi boca susurró palabras obscenas y dominantes a su oído se abandonó totalmente.
- Me gusta tu polla, pero si quieres follarme harás todo lo que yo te diga. Porque eso es lo que me pone puta, y cuando estoy puta soy muy guarra y muy viciosa. Quiero que me obedezcas. Cuando yo quiera, vendrás y me follarás como yo te diga. Te voy a enseñar cómo comerme el coño y te vas a pasar horas lamiendo. Me va a poner muy zorra que seas mi perro follador.
Entonces noté su leche derramándose entre mi índice y pulgar, chorreando por el dorso de mi mano. El coche seguía en ruta, mi marido conducía por sitios apartados mientras ocurría el milagro.
Chico cerró los ojos echando la cabeza hacia atrás, no sé si debido a la gran corrida que lo estaba pringando todo o a la vergüenza de haberse ido en 2 minutos.
Ocultando mi satisfacción fruncí el ceño y con voz quejosa pero firme le dije:
- Oooooh... Mira lo que has hecho... Ahora no vas a poder follarme como yo quiero. Vístete que te vas. Ya te avisaré cuando quiera verte.
Le subí el calzoncillo soltándolo desde la altura necesaria para que un pequeño latigazo de goma impactara en su pubis. Le di un besito en la mejilla y sin que él llegara a entender muy bien qué había pasado, el coche se paró y le eché en la primera esquina en la que consiguió subir su cremallera.
Apoyé los codos en los asientos delanteros asomando la cabeza entre ellos, acercándome a mi marido.
- Me gusta su pollita y lo rápido que se ha corrido. Veremos como folla.
- A ti lo que te pasa es que eres muy puta.
- Lo sé.



No te preocupes tengo para todos. COMPARTEME. ¡Gracias!

22 comentarios:

  1. :) bueno, al menos este no salió corriendo, buena señal.
    Con las ganas de follar que tiene en cuanto le diga lo del análisis clínico sale disparado a hácerselo.
    Parece que el asunto pinta bien ;) suerte!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Chico es sólo un entretenimiento. No voy a quedármelo ni a exigirle más sumisión de la que puntualmente me ofrezca su deseo cuando coincida con el mío. Los perritos callejeros son así, cumplen sin complicaciones, sin explicaciones , sin análisis, sin saber quien soy.

      Eliminar
    2. Creí que se iba a rajar... con esas frases que le has soltado yo me habría quedado atontado.

      Eliminar
  2. (por cierto, sus fotos me siguen gustando una barbaridad, continua teniendo muy buen gusto ;) )

    ResponderEliminar
  3. Chico podría pensar que pedirse el día libre a cambio de una paja es mal negocio.
    Lo que no sabe es que, probablemente, haya sido una gran "inversión".
    La Puta Reina le ha visto, ha dado el visto bueno a su polla y le ha "tomado la matrícula" para follárselo hasta dejarlo seco próximamente.
    Chico pensará que el día libre ha dado pocos frutos y es posible que tenga razón si se refiere sólo a eso. Loque realmente ha plantado la semilla ha sido tener el valor de ir de caza en el supermercado y toparse con la Reina.
    Si lees esto, Chico, disfruta de ese coño que tantos quieren comer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Chico no lee éste blog, no conoce mi alter ego ni sabe lo que es una Ama. Quizás algún día, le dé por investigar este tipo de sexualidad y piense "ostras, creo que una vez me usó una Ama". De momento solo soy un ligue que está reaccionando de una forma extraña para él, y desde mi posición, estoy disfrutando de su desconocimiento al respecto .

      Eliminar
  4. Sus post son un placer para un pajillero como yo, un honor leerla, a sus pies

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido pajillero anónimo, gracias y que los disfrutes.

      Eliminar
  5. Rubia, que peligro tienes, jajaja... Pobres hombres sin formar...Jejj.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No le veo yo disgustado eh, tu no sabes lo bonito que es un "no se lo que está pasando aquí pero me apunto". Pobre dice XDDDDDDDDD

      Eliminar
  6. Hola Ama! Le gustó ser tu perrito pero si vas a usarlo bien que te dure mas de dos segundos joder, estas situaciones me ponen ...y no cachonda precisamente jajajjaja besitos preciosa ,un placer leerte ,como siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu tranquila que igual que lo subo sé cómo pararlo. Eso ya es ir jugando y retrasar o no según me de. Y si no es para un roto será para un descosido, o para nada... Como ves no me preocupa mucho ni me lo tomo en serio, es solo un entretenimiento. Cuando me cago en to dios es cuando me falla un sumiso del que espero nivel ( y ahora no hablo de pollas)
      Besos guapa.

      Eliminar
    2. La satisfacción está directamente relacionada con las expectativas.
      Si tenemos pocas expectativas es más fácil resultar satisfechos. En cambio, si nuestras expectativas son muchas, es necesario mucho más para satisfacernos.
      El "me cago en to dios" suele venir cuando las "especificaciones" del "producto" adquirido no concuerdan con las que nos han ofrecido.

      Eliminar
  7. Yo también me habría corrido pronto si me hubieses dicho cosas como "Te voy a enseñar cómo comerme el coño y te vas a pasar horas lamiendo."

    ResponderEliminar
  8. Respuestas
    1. Estimada Ama no tengo nada de misterioso, ayer y hoy os he dejado mis credenciales :) pero estoy dispuesto a desvelaros cuanto deseis,

      c,

      Eliminar