miércoles, junio 15, 2016

La Profecía

- Pensándolo mejor... tengo disponibilidad absoluta,  24h y sitio de encuentro.

Es su última oferta. Ahora sí que nos vamos entendiendo.
A las 12:30 llego a su casa. Según mi última orden/profecía debe estar esperándome.
Llevo toda la semana jugando a las profecías.
Lunes: Hoy cuando llegue al trabajo me mirarás el culo.
Martes: Hoy se te irán los ojos a mis piernas.
Miércoles: Antes de una semana serás mi esclavo sexual y me hablarás de Usted.
Jueves: Hoy a las 11 subirás a mi despacho.
Viernes:  Hoy a las 12:30 me esperarás en tu casa...

Es viernes.
Mientras busco el timbre con la mirada se abre la puerta del portal. Está esperándome abajo.
Lleva su camisa a cuadros y los vaqueros desgastados. Su pinta de duro y distante es lo que me ha hecho fijarme en él. Bueno, y su tremendo paquete.
Está muy nervioso y mientras le beso ni me toca. No creo que vaya a tener ningún problema en manejarle a mi antojo. Una pequeña batalla podría haber sido divertida pero un hombre fuerte, maduro, con pinta de duro y totalmente sumiso me pone a mil. Me pregunta si  subimos y me cede el paso. Como no hay ascensor le llevo detrás durante 3 pisos de escaleras y a cada escalón me contoneo con toda la mala leche.
Y por fin llegamos a la casa y... empieza a enseñármela.
- Aquí está el salón, aquí la cocina...
Jajajaja  la leche!
- No tengo mucho tiempo.- le digo.
- Vamos a la habitación entonces?
Le respondo levantando la ceja. Me gusta ese gesto , me recuerda a la  mala de las pelis antiguas  de cine negro, ceja levantada y dando una calada a un cigarro, aunque ya no fumo.
Y me lleva a su habitación. Mientras dejo el bolso en una silla se quita la camisa. No veo el momento de echarle mano a la polla así que le acaricio rápidamente los hombros y el pecho, ancho, me gusta mucho, es la segunda parte del cuerpo que más me gusta en un hombre pero voy a ir a por la primera.
Pim, pam , pum, en tres hábiles movimientos y giros de muñeca me libro de cinturón, botón y cremallera y deslizo mi mano a ese tremendo paquete que lleva 2 meses esquivándome.
Vaya! Aún no se ha endurecido del todo, los nervios del directo. Habrá que verla, pajearla, lamerla... Afortunadamente para ciertas cosas no tengo ningún tipo de pereza. 
Tengo la impresión de que el tío aún no se cree lo que está pasando, de que se ha visto arrastrado, casi podría decir que le estoy violando aunque no oponga resistencia. Eso me pone muy cachonda.
Sigo morreando mientras trabajo y en un ataque de osadía me echa mano a la teta.
- No.- Suavemente le bajo la mano.- Túmbate en la cama y quítate el pantalón.
Me desvisto sin prisa. Él sonríe con el espectáculo. Si si... ríete mientras puedas.
Fuera botas, fuera mallas, fuera tanga. Me dejo la camiseta y me monto a horcajadas.
Vuelve a intentar tocarme.
- No.
Le cojo las manos por las muñecas y se las llevo sobre la cabeza y por fin le hago la pregunta:
- Entonces que? Vas a ser mi esclavo?
- Bueno.... Principiante.
Vaya, vaya, mi albañil está abierto a nuevos mundos y me encanta adiestrar perros "vírgenes".

Nunca me había costado tanto que un hombre se fijara en mí. Desde aquel día en que estuvo retirando una manguera contra incendios junto a la máquina de café, aquel día decisivo en el que solo levanto la vista del suelo para dirigirla a su enemiga la manguera, aquel día en que no rió una sola de nuestras bromas...Desde aquel día, yo había estado buscando su mirada, planificando encontronazos, calculando entradas y salidas según sus horarios, pero no había manera de coincidir. Tantos fueron los desencuentros que me di cuenta de que mi esquivo albañil me rehuía y se escondía a mi paso y bajaba la mirada cuando yo la buscaba (pero más de una vez le pillé mirándome el culo de soslayo, eso es lo que importa al fin y al cabo).
Cada caza tiene sus tiempos pero con esa actitud ésta podía eternizarse, y además tenía fecha de caducidad. Cada pared enlucida y cada baño alicatado me lo recordaban. Así que a última hora me vi obligada a usar a un amigo de mensajero y mamporrero. Y a regañadientes y haciéndose el remolón hasta cabrearme, terminó por hacer su trabajo y comunicar mis nada honestas intenciones a la presa.
Por eso, por ese deseo de niña caprichosa que no consigue su caramelo a la primera, cuando mi albañil subió a mi despacho el último jueves, con la intención de despedirse como un caballero y a declinar mi oferta diciéndome que la semana siguiente ya no vendría a la obra, en lugar de un "ooooh... vete a la mierda" lo que me salió del alma fue:
- Entonces habrá que darse prisa.
Y un día después ahí lo tenía.
Inmovilizado con una sola de mis manos.
Callado cuando mi índice tocaba mis labios.
Desnudo con una mirada.

No te preocupes tengo para todos. COMPARTEME. ¡Gracias!

7 comentarios:

  1. uff!! pero habrá alguien capaz de no sucumbir a sus orden/profecía. Desde luego yo no podría ;)

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    1. Bueno... Tendrías que leer la segunda parte para afirmar tan alegremente. Cada vez me doy más cuenta de que las cosas que a mí me parecen normales (o extraordinariamente excitantes) dejan a la gente bastante descolocada jeje.

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  2. Afortunado, muy afortunado, él y el erecto bálano que recibió el hermoso regalo de tenerla. Suyo, Marcelo.

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  3. Bonitas piernas sin medias. Se nota que llega ya el calorcito.

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  4. bonitas si, pero necesitan bronceado… Demasiado blancas para mi gusto.

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