lunes, octubre 22, 2018

Diario de una Cazadora: El Mecánico

Hace unos meses que se jubiló mi mecánico. No era gran cosa, creo que me ponía piezas de desguace a precio de nuevas, a veces le sobraba algún tornillo y otras veces le faltaba, pero nos entendíamos.
Había entendido perfectamente que cualquier reparación de más de 500 euros significaba retirar al abuelito, así es como llamo a mi viejo coche, él ajustaba el abuso hasta ese límite y el abuelito iba pasando las ITVs un año tras otro.
Pero este verano pasé por el taller y estaba cerrado! Se me hacía un mundo buscar otro, empezar la relación, explicarle el por qué de mi puño cerrado, que me contara todas las reparaciones "necesarias" y  explicarle yo cuales eran mis NECESARIAS. Pasar la ITV y arreando, que lo que aguante el coche es de regalo. Con todo el turre que lleva encima el coche no daba para mucho más.
Bueno, con el taller cerrado y llena de ansiedad, empecé a buscar un nuevo mecánico con el que entenderme.

En la misma manzana de casa hay un taller pequeñito, solo caben 2 o 3 coches dentro, y al fondo se puede ver un patio y una pequeña oficina/baño/guarda herramientas. Me dirigí a ese por pereza y comodidad pensando: Si me acopla el precio y se porta minimamente bien ya está, cerquita y a tomar por culo.
Lo primero que me dijo Miguel, el mecánico, es que el abuelito necesitaba varias reparaciones. Ya estamos jodiendo... Me tocaba explicarle mi  filosofía y se la expliqué. Miguel lo entendió enseguida, le cambió el aceite y dejamos las reparaciones para más adelante, para la puta ITV. 
Miguel tiene unos 50 años, es alto y rellenito. Tiene una cara agradable, el pelo gris y barba. No es el típico mecánico cachas con tatuajes de las películas porno. Creo que Miguel no ha ligado desde hace miles de años, llega al taller, trabaja, almuerza, trabaja, come, trabaja, toma una cerveza los viernes y a casa. Creo que Miguel no tiene morbo, no espera que la vida le regale una aventura o una locura, por eso se centra en trabajar, comer y beber. Creo que Miguel necesita un meneo fuerte.
Hace unas semanas, cuando me iba a trabajar, al abuelito le dió por no arrancar. Qué contrariedad! Eran ya las 8 de la mañana cuando llamé al trabajo para avisar de que no iba y me puse a esperar a la grua mirando coches nuevos en el móvil. Y en esas estaba cuando me encontré con Miguel que pasaba por allí.
- Ay Miguel! Mira lo que me ha pasado, ábreme el capó que yo no sé, ahora viene la grúa, que será? fíjate que desastre! Échale un vistazo pero no sé yo, estoy buscando coche nuevo ya...
Miguel, muy sereno, me dijo que se lo llevara al taller y lo vería enseguida y yo le pedí el móvil para estar en contacto.

Bueno, pues ya que tenía que arreglar el coche iba a ver si me follaba a Miguel y así me entretenía un poco. Miguel no está acostumbrado a que una mujer le pida el móvil, se cree que es por trabajo. En su cabeza no existe ninguna otra posibilidad.

Para conseguir mi objetivo, arreglar el coche y follarme al mecánico empecé a tratarle con muchísima familiaridad. Como si nos conociéramos de toda la vida, muy cariñosa, tanto por whatssapp como en vivo. Me metía hasta la oficina a buscarlo, entraba pizpireta al taller a preguntar cualquier cosa. 

- Ay Migueeeel, tú crees que pasaré la ITV? Me tienes que enseñar a conducir. A cuantas revoluciones dices que lo tengo que poner? Uy! Qué miedo!

Pero Miguel no tiene la cabeza centrada, en su mente es que ni entra lo de follar  en el cuartito de la oficina que tanto morbo me da, lo de empotrarme encima de un capó ni en sueños, que le coman la polla en lugar de tomar la cervecita del viernes ni se lo plantea...

Aún así ha ido tomando confianza y ha llevado mi ITV al plano personal. Creo que el día elegido él estaba más nervioso que yo. Pasé por el taller antes de ir para que me apagara una luz chivata, y me volvió a explicar lo de las revoluciones.

- Ay Miguel, tú si que sabes, me tendrías que acompañar y hacerlo tú que seguro que la pasarías...

Le pregunté el precio del servicio y me dijo que por ser yo no me cobraba... vaya vaya, esto iba tomando forma.
Miguel se quedó sonriente mientras yo me iba en primera a 30 Km/h. Y bueno, contra todo pronóstico el abuelito pasó la prueba.

A la mañana siguiente estaba planeando cómo aparecer en el taller triunfalmente para contárselo cuando me llegó un mensaje al móvil.

- Cómo quedaste ayer?

Bueno bueno, éste, que no ha mandado un puto whatsapp en su puta vida, le pregunta a una clienta que cómo le ha ido? Esto empezaba a ponerse interesante. Tantas tonterías, idas y venidas al taller habrán funcionado? le habrán hecho algún click? Si se lo contaba no tendría excusa para volver al taller así que le he contestado:

- Luego paso a verte y te lo cuento.

Y para allá que he ido dispuesta a dar un pasito más.
Con un vestido corto gris, medias negras, tacones de 10 cm, gabardina y gafas de sol he llegado, sin bajar de mi acera, al taller de Miguel. Pim Pam, Pim, Pam, con paso firme he entrado sin dudar, anunciando mi presencia:

- Buenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

Al oirme ha salido corriendo de la oficina sonriendo y yo he abierto los brazos dirigiéndome hacia él. Le he dado dos besos apoyando mi mano sobre su hombro y Miguel se ha quedado prendado de mi brazo, pasando su mano arriba y abajo mientras hablábamos de la odisea. Nunca una ITV había generado tal empatía entre clienta y mecánico. Me ha dicho cuánto se alegraba, le he contado todos los pormenores, hemos hablado de la siguiente reparación.

- Creía que no te pillaría, es tan tarde...
- Bueno... hasta las 7 me quedo, luego a tomar la cervecita que hay que disfrutar la vida.

Qué sabrás tú lo que es disfrutar la vida Miguel? Tú vas a empezar a disfrutar la vida ahora que estoy yo aquí, porque se me ha metido en la cabeza volverte loco y que te pases todo el día en el taller esperando a que aparezca. Que salgas como un perrito moviendo la colita al tintineo de mis tacones. Que cuando estés en la oficina te salgan mal las cuentas porque no dejas de pensar en cómo me comías el coño encima de la mesa o cómo te dejo follarme apoyada en la pared.

Nos hemos despedido con otros dos besos, mucho  beso , mucho apretón de brazo, mucho toque de hombro. 
A éste ya lo tengo centrado, ahora voy a ver qué me invento para pasar cada día a verlo hasta que caiga.




No te preocupes tengo para todos. COMPARTEME. ¡Gracias!

5 comentarios:

  1. Ya ha caído. No tiene escapatoria y lo sabe. Aunque seguro que está que ni se lo cree. Como es lógico. Le ha tocado el euro millones. Tom.

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  2. lectura y entrada aburrida. con la esperanza de que mejore.

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  3. Joder yo me voy a quedar sin trabajo, tampoco follo ni me planteo nada morboso. Igusl md hago mecánico a ver si cambia mi suerte.

    Besos con respeto,

    c,

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    Respuestas
    1. Ojalá un mundo lleno de mecánicos y repartidores de coca cola. Y bomberos!

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