domingo, febrero 19, 2017

Conversaciones postcoitales

Cierro los ojos y una lágrima resbala por mi mejilla. No estoy triste, la conjuntivitis es uno de los efectos adversos y me cuesta mantener la mirada fija en la pantalla. Cuando los abro me doy cuenta de que bajo el edredón algo se agita como si fuera un gremlin endemoniado.
- Ya estás con la polla en la mano?
- Qué pasa? - Me contesta con voz y cara de chulo, me mira desafiante por encima de las gafas.
Me pongo seria, vamos a tener un duelo.
- Hoy no te va a resultar tan fácil como ayer.
- El que?
-Tu corrida, hoy quiero que me corras bien a mí. Espera, que me apetece montarte , no tienes que hacer nada, ni te muevas.
Me gusta cabalgarle, a horcajadas, jugar con su polla antes de penetrarme, restregarla por mi clítoris bien ensalivada y cuando estoy a punto de correrme metérmela poquito a poco reteniendo la excitación, bajar sobre la punta hasta encajarla profunda en mi coño, apretar con mis músculos vaginales su carne y poco a poco volver a subir el ritmo, llevarle a la locura, parar unos segundos... Pedirle su leche. Es mi postura preferida, mi postura natural, yo encima, dirigiendo. Pero casi nunca consiente, le gusta demasiado.
- No.
Mierda, siempre igual, no me acostumbro a hacer las cosas sin contarlas antes. Y la única forma de dominar a mi esclavo más amado es a traición o con zalamerías. Y hoy no estoy zalamera. Quiero correrme rápido y fuerte, sin chorradas.
- Ponte a cuatro patas y te arreo.
Ese es él, un intelectual de mierda que folla como un cerdo exquisito.
Y me pongo, cómo negarme, le conozco y sé que un No es un "dame un respiro y te llevo al cielo", sé que he perdido la batalla pero voy a ganar la guerra. Porque en este tira y afloja al que jugamos, al final, siempre gano.
Me quito rapidamente el pijama de esquimal. Sin putos preliminares ni besos de precalentamiento, me pongo en posición. No los necesito, la perra de Pavlov va adelantada a los acontecimientos. Calculo la altura en el borde de la cama, mi cuerpo se la sabe a la perfección. Y cuando espero una arremetida contra mi coño, unos suaves dedos ensalivados empiezan a acariciarme sabiamente, untándome toda la zona con ese lubricante natural, casero.
Me estremezco, el primer contacto siempre me resulta muy excitante, como una virgen, tocada por primera vez...
Se entretiene repartiendo la saliva más de lo necesario, pasa los dedos por el clítoris, bajan suaves por los labios, sin penetrarme con ellos mas allá de la yema, vuelven al clítoris, vuelven atrás... me esta excitando sobremanera el masaje y estoy tensa, expectante, luchando conmigo misma. Decidiendo en silencio si pedirle la polla prometida o dejarme llevar por la suave paja.
Entonces para y me arrima su verga, no me la mete, la usa para seguir pajeándome con ella. Recojo más saliva de mi boca con la mano derecha y la aprieto sobre mi coño. Necesitaba la presión de su glande en mi clítoris, le he dicho que quiero correrme rápido y fuerte, joder (bueno, no se lo he dicho pero lo he pensado y eso debería bastar).
Así, a tres patas ahora, empiezo a moverme yo, sujetando su polla con mi mano, haciéndola pasar por todo el coño, dejándola entrar un poco cuando resbala hacia atrás, la puntita de la puntita solamente. Y apretando con fuerza el glande contra mi clítoris cuando resbala hacia delante.
Con el roce la tiene dura como una piedra, como a mí me gusta, como debe ser. Las salivas se mezclan con mis fluidos que empiezan a asomar y todo el engranaje se acopla en perfecta sincronización.
Sus caderas de delante a atrás se acompasan con las mías que suben y bajan acompañadas por la presión de mi mano, todo fluye, todo encaja, me corro.
Y cuando empieza mi orgasmo pongo el culo en pompa ofreciéndole mi coño abierto por fin. Y por fin empujo su polla hacia mi interior para terminar de correrme con ella dentro, para sentirla en cada contracción.
Ahora el que se estremece es él. Y ahora le toca llevarme al cielo como me ha dicho (no me lo ha dicho pero lo ha pensado y eso basta). Mientras termino de correrme me hace unos metesacas enérgicos que me obligan a dejar de tocarme el coño y volver a cuatro apoyos. Cuando me relajo me abandono, bajo el cuerpo pero sigo ofreciéndole el coño en pompa, sé que esto no ha terminado y él baja el ritmo y me penetra profundo,  casi sin moverse, solo presionando. Cuando vuelvo a excitarme me hace eso tan raro que sabe que me gusta, luego cambia y me hace lo otro que me encanta, siempre me folla para mí, esa es mi guerra ganada, sea a horcajadas o a cuatro patas. Y cuando me corro por segunda vez, cuando termino de gemir y puedo volver a hablar le digo que me llene el coño de leche y lo hace. Cuatro empeñones y se queda quieto y yo también. Sintiendo como palpita su polla dentro mí, sintiendo cada oleada de líquido, sintiendo cómo se derrama por mi muslo. Sintiendo, que es de lo que se trata.
Se para el tiempo unos deliciosos segundos, quietos, en silencio. Después, lentamente saca su polla de mi interior, resbalo sobre la cama y ahí me quedo, plena, con su leche caliente desbordándose por mis ingles. Le oigo a lo lejos.
-Vístete nena, no te enfríes.
Lánguidamente volvemos a nuestras posiciones, tapaditos, bocarriba, tranquilos.

Y así, sin venir a cuento le da por cabrearme.
-Estas Amas... mucho rollo, mucho corsé, muchos perros pero al final te tengo que follar yo. Sois todas bobas.
-Eeeeeehhh a mi no me llames Estas Amas.
Y sigue cabreándome.
-Todas igual, lo que voy a hacer es empezar a enviar correitos de a sus pies que es lo que os gusta. Uh! Señora... es usted la mejor, la adoro...
-Gilipollas.- Me saca de quicio, me lleva de la indignación, a la excitación o a los celos en segundos. Pero contraataco.
-Y tú qué? Con la guarra de Mercadona? Uy! Me ha dicho hola... Uy! Nos hemos mirado. A ver si vas a tardar 3 años en tocarle una teta (que te jodan).
Ahora se ríe, ya verás ya... me dice. Y ahora nos reímos los dos.
- Lo que voy a hacer es traerme al Zombie (*) día sí día también. Y que me folle él.
- Eso, así descanso yo.
- Que menuda polla tiene el cabrón, le voy a hacer de todo. Va a estar a mis pies y a mi coño todo el día.
- Como no te calles te follo otra vez.
Recapacito un momento, la verdad es que ultimamente estoy muy acaparadora de perritos callejeros. Tengo 3 en espera y otro en proyecto que ya está a punto de caramelo. En un arrebato de generosidad le ofrezco mi juguete nuevo.
-Qué hacemos con el Zombie? Me lo quedo de perrito o te lo quieres quedar de cabrón?.- Sé que le apetece montar situaciones muy guarras y muy extravagantes, y éste negraco manso le vendría fenomenal para liarlo con las putillas del barrio.
-Ya veremos nena, tú no pienses y disfruta. Ya veremos... tienes que descansar.
Me doy la vuelta, adopto postura fetal mirando hacia mi lado, el de la ventana.
-Pero agárrate...
Se acerca, hace la cuchara y me pasa el brazo sobre la cintura, en un acto reflejo mi mano se posa sobre la suya entrelazando los dedos.
-Buenas noches cariño.
-Buenas noches chiquitina.
Desde luego no es la típica conversación postcoital de un matrimonio. Pero éste no es un matrimonio típico. Ni ganas.


(*) Zombie: Uno de mis personajes favoritos de Diario de una Cazadora, recientemente rendido a mis encantos (por fin) y esperando ser estrenado. 

No te preocupes tengo para todos. COMPARTEME. ¡Gracias!

10 comentarios:

  1. espero que la conjuntivitis no sea nada,

    mis resptos,

    c,

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  2. Uff!! tremendo!! me alegro ;)
    (al igual que su fotografía, tremenda también ;) )

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  3. Mi querido louix, siempre impecable..
    Que rabia me das ;)

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    1. Sin duda alguna estoy por pulir aún, no soy perfecto :(
      (si supiera lo que soñé estos días atrás... puff!!)

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  4. Aquí una nueva seguidora que se torna fiel desde este momento a sus relatos.
    Mis respetos
    Besos carnales

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    1. Bonito juramento XD.
      Bienvenida a mi mundo,que lo disfrutes.
      Besos

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  5. Muy apetecible la experiencia. Follar a la Reina a tres o cuatro patas, el sueño de cualquier sumiso.
    Eso sin olvidar tener la lengua preparada por si se requiere el "servicio de limpieza" por la leche derramada.

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    1. Hombre...se requiere, se requiere.. Lo dejaremos en tareas pendientes.

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