domingo, noviembre 06, 2016

Ooooooooooooommmmhhhhhhh

Me he apuntado a Yoga. Una práctica que quería realizar hace tiempo y siempre relegaba en pro de obligaciones más mundanas. Y hace algo más de un mes empecé las clases.
Está muy bien, las clases son de hora y media, combinan una serie de ejercicios, casi todo estiramientos, algunos más jodidos que otros, luego hay una parte de relajación y al final algo de meditación. El objetivo de todos estos rituales es dejar descansar la mente. Nuestro cerebro interpreta el estrés como una señal de peligro. A él le da lo mismo el que te persiga un dinosaurio o que tengas que hacer la cena y bañar a los niños antes de las 9. Su respuesta es aumentar el ritmo cardíaco, dilatar las arterias, insuflar adrenalina... Tienes que acabar antes de las 9 o te come el dinosaurio! Hay que forzar el cuerpo. Por eso el estrés continuado es tan perjudicial y por eso es importante hacerle saber a nuestro cerebro de vez en cuando que estamos bien. Tranquilo... no estoy en peligro... yo controlo... no me fuerces. 
Y el Yoga ayuda a encontrar ese punto de calma, a parar el tiempo. Esta muy bien sí.
Mi parte favorita es la relajación, después de haber estado doblándote y estirándote hasta límites insospechados te la has ganado. Te tumbas boca arriba, te espatarras y a disfrutar de la música con la mente en blanco. Aunque a veces te indican que visualices.
- Visualiza dónde quieres estar, haciendo exactamente lo que te apetece.
Y yo me pongo con la "casa blanca". Uno de mis sueños es vivir en el campo, no siempre, a temporadas, en contacto con la naturaleza y un poco asalvajada. Una casa blanca de madera. Un híbrido moderno, industrial, acogedora, sostenible, funcional. Un jardín boscoso con huerto. Algunos animales...
Dos preciosos bóxers leonados vienen a saludarme, la temperatura es agradable, el sol molesta en los ojos. Sigo paseando con ellos escoltándome y me acerco por detrás al jardinero (¿?) que está junto a un seto. Vaya con la visualización. Es un negro impresionantemente grande y fuerte, con cara de bruto, cabeza rapada y carácter manso. Está semidesnudo, con calzoncillos blancos y unas tijeras enormes de podar. Le paso la mano por la espalda, arañando su cintura. La polla se le endurece con ese solo contacto y se le marca a través de la tela. Grande, aunque la tableta sudada de abdominales me impresiona más aún. Le acaricio la cabeza rapada, me gusta imaginar que es un gigantesco glande que restregaré más tarde por todo mi cuerpo. No sonríe, no habla, solo poda y folla. Le dejo con su erección, preparado para cuando me apetezca.
Me dirijo a la cocina para ver qué se guisa. Como estoy muy macrobiótica he contratado un chef oriental,  especialista en cortar las verduritas con el método rodado, también es especialista en digitopuntura y lenguapuntura. Parece que hoy comemos algún tipo de salteado de verduras y marisco. Él cocinero está concentrado dalequetepego cortando y decapitando gambas con una rapidez que asusta, lleva una cinta en la cabeza de karate kid y un pijama blanco impoluto. En cuanto llego me subo la falda y me siento dando un pequeño salto en la mesa de aluminio. No llevo bragas, estamos en el campo. El frío aluminio en mi culo contrasta con el calor húmedo de mi coño. El cocinero enfunda sus cuchillos y con un rápido giro cae con precisión entre mis piernas. Su lengua es larga y húmeda, la endurece y ablanda según mis necesidades. Se engancha a mi clítoris y con la perfección que solo se adquiere a través de miles de horas de práctica y trabajo, lo muerde y lame por igual, hasta que su exquisita técnica me arranca un orgasmo en segundos.
Sigo por la casa, el mayordomo está en el salón por si requiero sus servicios. Saluda con unos modales anticuados, exageradamente formal. Su uniforme es un traje negro impecable con pajarita, incómodo de puro ajustado, el cuello estirado, todo él está estirado, delgado y firme como si llevara un palo  metido en el culo (mmm idea)  y una abertura en la entrepierna que deja su polla a la vista de cualquiera. Reviso su aspecto, está perfecto. Le pajeo apretando fuerte, me gusta como se tensa la expresión de su cara al mismo tiempo que su polla. Cuando vengan mis amigas a tomar el te jugaremos con él.
Subo a mi habitación y me desnudo completamente para vestirme a continuación solo con una bata de seda negra. Una impresionante sissy me está preparando el baño con mimo. Una putita con medias de rejilla y uniforme de chacha, peluca rojiza y cofia. se agacha a comprobar la temperatura del agua y deja su redondo culo al aire y sus huevos colgando. Se los agarro y retuerzo mientras le doy un azote en el cachete.
- No me gusta que vayas sin bragas guarra. Podría follarte el culo cualquiera de los sirvientes en un descuido. Ahora mismo te lo tapo con un dildo.



-Poco a poco id despertando, salid de este estado de paz y blablabla...

No jodas!

No te preocupes tengo para todos. COMPARTEME. ¡Gracias!

11 comentarios:

  1. La madre que te parió niña!!
    Yo hace años que aprendí a dominar mi mente y desestresar. Tengo una puta habilidad para estar en el peor de los infiernos reales y doblegar mi cerebro. Me voy al mar, sobre mi tabla y domino el ímpetu de las olas. Eso me da paz.

    Pero... Hija mia... Voy a tener que cambiar de tactica después de leerte, jajaja...

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  2. Pues el yoga no te lo recomiendo para nada. Acabas excitadisima!! Mira en lo que he convertido la casa blanca, que era mi remanso de paz espiritual XDDD.

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    1. Lo probé de joven, nada... Lo mio es la acción para relajar. Me pillo mi saco de boxeo y ala lo dejo listo a patadas y puñetazos.

      Claro que para relajar, relajar, donde llega una buena sección de sexo... que se quite todo lo demás.

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    2. En eso estamos de acuerdo, relajada y un cutis divino. No hay nada que siente mejor que ser deseada.

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  3. El poder de la mente ayuda una barbaridad, lo que sucede que con relajaciones así casi que es mejor no despertarse. Uff! voy a tener que unirme a esas clases ;)

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    1. Mi fiel Louix, eso está prohibido por las leyes de la decencia. Tener a mi perro al lado durante mis visualizaciones puede convertir la clase de Yoga en Sodoma y Gomorra.

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  4. ¿Dónde echar el curriculum para trabajar en esa casa de campo?

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  5. Nada de curriculums, exámenes totalmente personalizados y practicos ujjj. Seguro que te encontraría un sitio. El otro día reflexionaba sobre mis cambiantes gustos, últimamente menos los "normales" me va todo ( y no estoy hablando de sexo, que también)

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  6. No se quien preferiría ser si el jardinero, el mayordomo, el cocinero, la sirvienta... quizás uno cada día o en el mismo ;)
    Lo que si tengo claro es que Ama_Blanca disfruta de sus clases de yoga y yo disfruto leyendo sus palabras.

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    1. Yo tampoco sé a quien prefiero, por eso me quedaría con todos.

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