El color del cristal o la memoria selectiva

Hace unos días recibí este mensaje:

Asunto: Aniversario

Mi Ama

Hoy hace un año que mi Ama me abandonó.
Estoy vacío desde entonces.
A sus pies, mi Ama
Ahora y siempre
Suyo.

Y la imagen de un perrito abandonado en invierno se me viene a la cabeza, delgado, vagando por las calles con el frío en los huesos. Un sumiso perdido, sin Dueña a la que servir. No cualquier Dueña, sin ELLA. 

"Mi Ama", así sigue llamándola a pesar de un año sin contacto. Se sigue sintiendo suyo, aunque ella no lo acepte, aunque ella lo abandonara a su destino, aunque ella lo castigara al olvido.

"Vacío", una vida sin sentido desde que perdió la razón de su existencia, servirla, darle placer, divertirla y entretenerla. Qué otra cosa podría llenar la vida de una alma sumisa. Cómo seguir tu camino en la Tierra cuando has tocado el Cielo.

"Ahora y siempre" entrega eterna, sin fecha de caducidad.

Cuanta devoción en tan breve mensaje, qué grave afrenta pudo empujar a su Ama a rechazarle? A caso no merecemos todos una segunda oportunidad?

Después de la sorpresa inicial, lejos de desfallecer sobre el sofá con el dorso de la mano en la frente y suspirando, empecé a rebobinar mentalmente hasta hace unos 13 o 14 meses. Lo bueno y lo malo de tener memoria fotográfica es que lo recuerdas todo, nada de selecciones, nada de suavizar el pasado. Si fuiste coherente ahí está, si fuiste injusta ahí queda, si traicionaste tus principios te lo comes con patatas el resto de tu vida.

Por eso sentí una punzada al recordar que Jose no me gustaba mucho, pero era taaaaaaaaaaan taaaaaaaaaaaaaan sumiso que suplía otras carencias. Era tan gracioso que hasta cuando no lo pretendía me hacía reír. Era tan fácil excitarle que me divertía ponerlo en aprietos continuamente... Y por eso, por mi memoria fotográfica, sentí un tremendo alivio cuando recordé que entre tanta excitación me pidió permiso para jugar al tenis con una amiga. Recordé cómo me contó que su amiga era una putita casada con la que había tonteado, pero que ella comer polla sí pero follar no porque no quería traicionar a su marido (no, no tenía 15 años). Recordé cómo planifiqué una estrategia para convertir a la putita en una Puta Reina y me tomé como un reto personal el que mi Jose se la follara. Recordé como entre tanto juego mi Jose empezó a hacerse el remolón, a cuestionar mis instrucciones,  recordé cuando me dijo que se estaba enamorando y que no quería mezclar su sumisión a mí con su otra relación. Recordé cómo le envié un correcto mail en el que le recalcaba mis condiciones y le liberaba para que siguiera su camino. Entonces...

Qué abandono ni que mierda?
Qué vacío ni que ostias?
Qué ahora y siempre?

Cuando recordé todo aquello, mi respuesta no pudo ser otra:

"Lo tuyo es muy fuerte"

PD: Y así a patadas.