Taller de Puta. Semana 5 : Semana internacional de las sonrisas

Esta semana vamos a demostrar el poder de la sonrisa, cómo la acción precede al sentimiento y cómo recibes lo que das. Muchas esperanzas  y responsabilidades para una simple sonrisa y sin embargo comprobarás que me quedo corta. Es el arma de ataque más efectiva para derrotar cualquier mal rollo y el mejor cortahielos en caso de usarla como puta. Pero vas a descubrir que no solo la puedes usar para desarmar a tus contrincantes también te va a servir para cambiar tu estado de ánimo.
Es decir, cuando estás contenta sonríes, cuando estas enfadada frunces el ceño. Nuestro cerebro asocia esos gestos a esos estados de ánimo y sin embargo a él, tan listo, tan cuerdo y tan dominante podemos engañarle con un movimiento físico de nuestros labios. Es decir, aunque te sientas seria, o triste, o cabreada si sonríes, aunque sea sin ganas, aunque te fuerces de una manera ridícula, tu cerebro asociará el gesto al estado de ánimo correspondiente, pudiendo llegar a sentirte bien si eres capaz de simular que lo estás. Eso para empezar. Así que sonríe.
Y cómo afecta una sonrisa a nuestras relaciones cotidianas? Si te acostumbras a sonreír cada vez que te cruces con alguien, cada vez que hables con un compañero, cada vez que pidas un café, cada vez que pagues en el supermercado o subas al tren vas a descubrir un mundo nuevo de empatía. Vas a descubrir que cuando lo haces la gente te devuelve sonrisas. Alucinante, tú fuerzas una mueca y ellos se ven forzados a hacer una mueca y entonces ambos cerebros lo interpretan como alegría y buen rollo y tú y tu parteneur os sentís alegres y transmitís buen rollo, con lo cual sonreís más y los cerebros se alegran más aún y se genera una cadena de buenrollismo mágica y contagiosa. Así que sonríe.
Pero qué pasa si nuestro parteneur es alguien que nos interesa de una forma carnal? No es una abuelita del tren ni un camarero barrigón, no... Es alguien sexualmente apetecible... Qué pasará si le sonreímos sistemáticamente? Qué interpretará ese sujeto si cada vez que nos lo cruzamos le estampamos una sonrisa en todos los morros. Con quien pasarías un rato, te irías de fiesta o a la cama? Con una sonrisa andante o con un cara de perro amargado? Con quien empezarías a intercambiar tímidos "holas", con alguien que te sonríe o con alguien que agacha la cabeza cuando te cruzas? Y si te atreves, si te apetece, podrías pasar de las sonrisas sencillas a las sonrisas profundas con mirada directa a los ojos. O si estás casquivana puedes sonreir pícaramente y hasta sacar la lengua con burla. Hay múltiples combinaciones y sólo hay una forma de averiguar lo que pasaría. Así que sonríe.