domingo, julio 17, 2016

Grandes Amas : Alaska

Todos conocemos a Alaska.
No voy a hablar de Fangoria, ni de Dinarama, ni de los Pegamoides, ni de KK de Luxe, ni de la movida ni de La Bola de Cristal.
Voy a hablar de Ella y de por qué la incluyo en esta serie equiparándola a Cleopatra o Daenerys.
Podría ser por su estética, siempre cambiante, siempre en evolución pero siempre suya. Es cierto que por transgresora, podría inducir a pensar que sea una Ama agresiva de látigo y espuelas. Pero no, no es eso lo que determina mi admiración por Ella o el que la considere una de las grandes.
Tampoco sé con quien se acuesta (a parte de con Mario, imagino), ni cómo lo hacen, ni qué práticas la vuelven loca de placer. Ni me importa.
Si hay algo que me impresione y que admire de Alaska es su coherencia. Pocas personas mantienen una coherencia a lo largo de su trayectoria vital. Y si bien ha evolucionado como es normal y saludable en la vida, hay que reconocer que su esencia es la misma.
La misma niña que a principios de los 80 empezaban a invitar a participar en debates de televisión. Una niña de apenas 18 años se jugaba los cuartos con políticos, periodistas, artistas... Su ropa, su pelo y  maquillaje invitaban a los demás contertulios a atacarla de niñata pasota. Y ella, con la misma serenidad que transmite ahora les daba un repasito de educación y respeto, a la vez que defendía con arrogancia su forma de ver el mundo.
Hoy en día, convertida en mujer, mantiene su particular revolución atacando como siempre, con una insultante educación y saber estar que desarma a cualquiera.
Su cultura. Mantener una conversación con Alaska sería un agobiante examen de historia, literatura, música o política si no fuera por su humanidad y cercanía que le impiden despreciar a ningún ser humano y aprovechar su superioridad intelectual para humillar.
Su instinto protector. Tiene una particular lucha contra la discriminación de seres aperreados por esta sociedad. Sus protegidos son putas, transexuales, maricones, pirados y en general cualquier persona que se salga de las normas establecidas, esos que la gente llama raros y que yo llamo especiales.
Y cuando hace falta, cuando el ataque es frontal, cuando el momento lo requiere y las buenas maneras no son suficientes, es cuando Ella utiliza todas sus cualidades, inteligencia y preparación para elevarse ante sus enemigos y pisotear a quien se lo merezca. Porque todos somos muy buenos y mucho jijijaja pero no le toques los cojones y no le toques a los suyos.
Porque es juez y ejecutora.
Porque está por encima del bien y del mal.
Porque es una Señora, una Puta Reina y una Gran Ama.
Esa es Alaska:
Culta.
Humana.
Coherente.
Educada.
Protectora.
Implacable.


Y aquí dejo una de sus más populares canciones convertida ya en himno, cada estrofa es un canto a la libertad del individuo. Una canción que todos deberíamos cantar tres veces al día, mañana, tarde y noche, como el antibiótico. Y a quien le importe...

No te preocupes tengo para todos. COMPARTEME. ¡Gracias!

4 comentarios:

  1. Me sorprendes y encanta tu post. Leerlo ha sido leer justo la crónica personal que hubiese escrito yo.
    Admiro por las misma cualidades a Olvido. Y he crecido con el personaje de Alaska como referente. Mi heroina de niña, mi igual de mujer.
    Ha sido todo un placer leerte y ver que no somos mujeres aisladas las que compartimos similares perfiles, que somos más...
    Un abrazo.

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    1. No lo dudes Megan, somos todas las que estamos pero no estamos todas las que somos. Hay muchas más, camufladas entre la sociedad, como una comunidad secreta. Solo a veces nos cruzamos, nos olfateamos y nos reconocemos. Y cuando eso pasa saltan chispas!

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  2. Espectacular post.
    Alaska es una de esas personas únicas que salen a lo largo de la vida.
    Siempre la vi como uno de esos paladines fieles, que no retroceden y presentan batalla ante cualquier injusticia.
    Desde mi humilde opinión para mí siempre fue de las más coherentes, por no decir la que más.
    Me gustó, me gusta y me seguirá gustando, porque sin lugar a dudas Alaska es especial.

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    1. Desde luego en este mundo donde todo se compra y se vende es admirable y reconfortante encontrar alguien fiel a si mismo.

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