Nueva adquisición.

No sé que me está pasando, ultimamente practico un deporte que se llama "tragarme mis propias palabras". Podría tomármelo como una falta de determinación en mis posturas, una equivocación, un error de planteamientos, un fracaso y un hecho vergonzoso. Yo lo llamo evolución. La verdad es que cada vez que cambio de rumbo me río, primero de mí y después de los demás, aquellos que antes morirían que probarían nuevos caminos y sobre todo que reconocerían estar equivocados.

Empecé hace unas semanas a notar esta metamorfosis y a aficionarme a esta nueva dieta a base de antiguos dogmas. De repente me apetece tener un esclavo domestico por aquí limpiando sólo con delantal, de repente me apetece cascarle a un masoquista, de repente me gusta que me adoren los pies, de repente...  Me está sentando bastante bien.

El viernes mismamente saqué un pepino de la nevera para enseñarle a mi maridín la prueba de que no lo había echado al gazpacho. Una cosa llevo a la otra y terminé simulando que era mi polla y colocándolo encima del pantalón en actitud obscena.

- Ves? Ves como no lo echado? Mira mira... Aquí lo tengo.

Porque así soy yo, lo mismo hago un gazpacho que monto un numerito con el pepino. Antes de volverlo a guardar me di cuenta de una cosa.

- Uy... me ha dado un poco de morbo, igual me compro un strapon.

- No.. si ya sé yo esto donde acaba... ya verás.

Y para no perder la costumbre el sábado empecé a digerir otra de mis normas y condiciones .

Apareció hace unas semanas. Me pareció un poco gilipollas, justo en el límite entre gracioso y graciosillo. Después de los halagos de rigor y de mi exquisita y distante educación el muchacho siguió saludando, deseando el buen día y esas cosas que no molestan pero que tampoco captan mi atención. Un día me pasó un texto que había escrito hace tiempo. Una fantasía muy muy afín a mí. Otro día me pasó un gif, bien, me gusta. Otro día unos buenos días dicharacheros sin más. Otro día me contó una experiencia que marcó su sexualidad. Otro día información útil. Otro día filosofía de la vida. Otro día confesó acordarse de mí en sus erecciones. De forma natural en poco tiempo sabía bastante de él. Nunca se había ofrecido como sumiso, simplemente era alguien afín con el que hablaba de vez en cuando. Pero no lo pude evitar, hace unos días se me fue la boca y me salió el ramalazo, me resulta muy difícil controlar mi vena dominante cuando alguien me gusta. Le di su primera orden y la cumplió. Le pregunté si se había corrido y me contestó que no pues no le había dado permiso. Uffff... de forma natural se comportaba como mi sumiso pero lo peor es que sin contratos ni protocolos oficiales a mí me apetecía ordenarle hasta los calzoncillos que debía comprarse.

- Por lo que veo estás jugando a ser mi sumiso.

Y a partir de ahí se desató.

En cuanto empecé con preguntas personales de forma natural me soltó su nombre, su teléfono, su vida y obra y si me descuido su número de cuenta. Vino a pecho descubierto y si hay algo que me resulta irresistible en este mundo de ocultaciones y medias verdades es la honestidad.

- No sé por qué,  pero me da morbo estar en tus manos.- Explicó.

Y le pedí que me escribiera un correo convenciéndome, si iba a aceptar a alguien como él, con sus insalvables diferencias en mis gustos como Dómina necesitaba un vaso de agua fresca que me ayudara a tragarme mis palabras una vez más. Muchos son los sumisos que intentan entrar con calzador en mis condiciones. Torpemente insisten hasta que me pongo borde. Pero el gilipollas una vez más lo hizo, de forma natural.

"Carta a mi señora" es uno de los mejores correos que me han enviado para convencerme de que haga algo que no entraba en mis planes. Así que sin más demora me dispongo a tragarme en vivo y en directo alguna de mis perlas como:

"No me interesa el ciber"

"Quiero a mis perritos a mano"

"Disponibilidad absoluta y entrega total"

Salud!

Tengo un cibersumiso, a ver qué hago con él...