Decidimos poner un anuncio.
La idea era seleccionar unos cuantos cabrones disponibles
para mi, y como me apetecia ver un poco de porno gay en directo y mi negrazo no
se dejaba (de momento) le di un toque bisexual a la búsqueda:
“Busco chico obediente y disponible a mi antojo. Si te
portas bien podrás hartarte a follarme mientras te encula mi marido. Anuncio
serio”
Y esto acompañado de una foto de mi culo en todo mi
esplendor.
No me di cuenta del cariz que tenia el anuncio hasta que
empece a recibir respuestas .
-Hago todo lo que querais.
-Obedezco.
-Quiero ser tu mueble.
-A sus pies señora.
-”Putita” se ofrece a pareja.
Vaya tela!
Y tampoco me di cuenta de lo que me excitaba tener unos
cuantos sumisos, esclavos sexuales y putitas hasta que empezaron a tratarme
como a su Ama.
La selección en algunos momentos llego a ser tediosa. Los
que estaban buenos no siempre me provocaban morbo . Los sumisos morbosos a
veces resultaban inaceptables físicamente. Tuve que desechar muchos con unas
aptitudes y vocación absoluta.
Al final me quede con cinco. Los cite a todos a la vez.
Quería que supieran que eran solo candidatos y que estaban a prueba, y asi se
lo hice saber.
De los cinco citados dos no podían venir y uno se rajaba por
momentos. Decepcionada le dije a mi marido que seguía teniendo pocos cabrones.
-Que puta eres! - Me contesto.
Los dos osados prometían, a Daniel le acababa de conocer
pero desde el primer momento estaba entregado y cumpliendo las normas.
Marcelo era mas joven y de vez en cuando se rebelaba, pero las
ganas de echar un polvo le reconducían al redil rápidamente.
Me arme de valor, sabia que mis nervios desaparecerían en el
momento de la acción y mis ganas de jugar acababan con las dudas. Así que nos
montamos en el coche y fuimos para allá.
Les había citado en una de mis librerías favoritas, antigua,
abarrotada de libros casi sin orden aparente, llena de rincones en penumbra .
Las instrucciones eran claras:
-Esta tarde estaré en la librería París-Valencia a las 19h.
Me acompañara mi esclavo mas amado (así se había empeñado Él que le
presentara). Me reconocerás sin lugar a dudas . Te dirigirás a mi como “Mi
Reina”. Hablaremos un momento y te irás.
Me había puesto un vestido discreto tipo Jackie Kenedy
(aunque un poco corto) al que ya había bautizado como el vestido de conocer
cabrones. Taconazo.
Cuando estábamos aparcando ya tenia un mensaje del
impaciente Marcelo.
-Ya estais por aquí Mi Reina? - Se había aprendido lo de Mi
Reina y el cabrón no paraba, tol puto día Mi Reina paqui Mi Reina palla.
La escena era surrealista. Entramos en la librería , el
dueño saludo a mi marido. Habíamos estado hacia unos días en busca de libros de
psicologa infantil.
-
Ya habeis educado a los niños?
-
Si , ahora van a educarme a mi.
Y con su naturalidad habitual le pregunto por libros de
dominación femenina. Joder! Un día lo mato. Me dió una mezcla de apuro y risa y
empece a pasearme por la tienda como una Diva.
Aunque no se parecía mucho a la foto que me había enviado
reconocí enseguida a Dani.
Era bajito, delgado, rubiorapadocalvo, ojos claros. Tenia
ojeras, parecía débil y me vine arriba.
Miraba pero no se atrevía a acercarse . Salio, volvió a
entrar, volvió a salir, cogió el móvil. Desde luego verle sufrir me hacia
disfrutar.
De vez en cuando Antonio y yo nos cruzábamos. Me centre en
una esquina y me puse a ojear un libro de desnudos de cine, otro de fotos de
tribus urbanas y de repente me asalto Marcelo. Alto, ancho, joven , moreno, 50%
latino decía, no se...
-
Hola Vanesa (mal.....)
-
Hola Marcelo- le di dos besos.- Te gusta lo que
ves?.
-
Uffff mucho...
-
Quieres ser mi esclavo?
-
Yo quiero ser lo que tu me digas (mejor....)
Acerque mi boca a su oido y cogiéndole la polla le dije:
-
Bien. Ya te diré lo que tienes que ir haciendo.
Y ahora te tienes que ir.
-
Tan pronto? - Protesto.
-
Si. - Le empuje suavemente, le di dos palmaditas
en el culo y se marcho.
Antonio me miraba sonriendo, el dueño de la librería
flipando.
Dani se me habia despistado. Había estado rogando un
adelanto de la hora al que me habia negado. Asi que sabia que tenia prisa y
probablemente se habría ido. Mierda!
Salimos de la tienda y mire el móvil. Me decía que estaba
cerca, en el coche. Quería acercarse y verme aunque solo fuera un minuto.
Accedí y le espere en la esquina apoyada en un coche mientras Antonio se
alejaba por la acera para no cortarme.
Cuando se acerco supe que iba a ser uno de mis favoritos.
Con tacones apenas me llegaba al hombro. Tenia buen cuerpo pero en miniatura.
Pálido y con sus preciosas ojeras me hacia sentir poderosa y protectora.
-
Hola mi reina (bien …)
-
Hola Daniel, te gusta lo que ves?
-
Si... desde luego impones. Cuando te he visto en
la librería he pensado “tiene que ser ella” (bien...)
-
Quieres ser mi esclavo?
-
Yo? Sumiso a tus pies ya mismo y encantado (muy
bien...)
-
Perfecto, ya te diré lo que quiero de ti.
Le cogí de la nuca para atraerle hacia a mi y me despedí con
dos besos en la comisura de los labios.
A partir de ahí empece a planear el maratón de cabrones y
fin de verano.
Uf
ResponderEliminarUf
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